Control del fósforo en insuficiencia renal y su contenido en los alimentos

Los alimentos pueden contener fósforo de forma natural y también añadido por los aditivos, llamado «fósforo oculto».

En primer lugar, debes saber que uno de los minerales que se suelen limitar en la enfermedad renal crónica e insuficiencia renal es el fósforo. Para saber si en tu caso es necesario limitar el consumo de fósforo, se necesitará un análisis de sangre.

Los niveles elevados de fósforo se relacionan con el desarrollo de arteriosesclerosis y enfermedad ósea en pacientes renales.

El fósforo es un mineral que se encuentra en muchos alimentos como los lácteos (leche, yogures y quesos), cereales integrales (pan integral, pasta integral, arroz integral…) y frutos secos. La cantidad de fósforo de estos alimentos se puede identificar en las tablas de composición de alimentos.

Para medir el fósforo que queda disponible en los alimentos y el que se absorbe en el intestino, existe el «ratio fósforo-proteína», que significa que no todo el fósforo que tienen los alimentos se llega a absorber. Por ejemplo, la leche, aunque es un alimento rico en fósforo, la opción semidesnatada es la que menor ratio tiene. Por lo que, si un paciente renal quisiera tomar leche, la semidesnatada sería la mejor opción.

«No todo el fósforo que tienen los alimentos se llega a absorber»

Aunque cada vez hay más conciencia acerca de llevar una alimentación rica en alimentos y evitar ultra procesados, a día de hoy es prácticamente inevitable no consumir productos procesados. Esto implica que muchos de estos productos puedan contener aditivos alimentarios. Los aditivos autorizados son aquellos que se añaden en los alimentos para conseguir mayor seguridad alimentaria, mejor calidad organoléptica (color, olor, sabor, textura)…

Los aditivos autorizados son sustancias seguras y se enumeran con la letra “E” y tres dígitos.

En la insuficiencia renal y enfermedad renal crónica es necesario tener en cuenta la presencia de aditivos en los productos. Ya que se estas sustancias pueden contener fósforo y la cantidad de este mineral no aparecerá reflejada en el etiquetado. Es lo que se conoce como “fósforo oculto”.

Los aditivos autorizados que son fuente de fósforo tienen la siguiente enumeración:

  • E338- Ácido fosfórico
  • E339, E340, E341, E343 – Fosfatos
  • E450 – Difosfatos
  • E451- Trifosfatos
  • E452-Polifosfatos

Por ello, es importante aprender a leer interpretar correctamente el etiquetado de los productos.

Busca la palabra «ingredientes» en el etiquetado.

Actualmente, es complicado conocer de forma exacta el aporte de fósforo de los alimentos. Porque la legislación permite que se añadan aditivos al producto final sin que aparezca en el etiquetado si no cumplen una función tecnológica.

Finalmente, cuando las personas obtienen educación nutricional, se les informa y educa sobre los diferentes aspectos de la alimentación que afecta a su enfermedad renal, se consigue mejorar los resultados de las análisis de sangre. Esto ralentizar el progreso de la enfermedad.

Si quieres aprender más sobre cómo gestionar tu alimentación con insuficiencia renal y enfermedad renal crónica, lee los otros artículos de este blog: https://nutrige.es/blog/

Bibliografía:

Lou-Arnal, Luis M., Arnaudas-Casanova, Laura, Caverni-Muñoz, Alberto, Vercet-Tormo, Antonio, Caramelo-Gutiérrez, Rocío, Munguía-Navarro, Paula, Campos-Gutiérrez, Belén, García-Mena, Mercedes, Moragrera, Belén, Moreno-López, Rosario, Bielsa-Gracia, Sara, & Cuberes-Izquierdo, Marta. (2014). Fuentes ocultas de fósforo: presencia de aditivos con contenido en fósforo en los alimentos procesados. Nefrología (Madrid)34(4), 498-506. https://dx.doi.org/10.3265/Nefrologia.pre2014.Apr.12406

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